lunes, 24 de octubre de 2011

"Eppur si muove... "(Y sin embargo se mueve....)


La historia está cargada de imprecisiones, distorsiones o simplemente exageraciones en cuánto a los hechos acontecidos.
Esto se hace aún más arbitrario cuando se trata de frases célebres. Recuerdo haber leido algo de Sábato al respecto y mi propia lógica o sentido común -además de experiencia- me dicen que cuando se trata de momentos importantes de la historia uno tiene que valorar el contexto para analizar si realmente ese fue el momento que el protagonista la dijo o si se trata de un mito o un adorno de los historiadores.
En 1616 la iglesia censuraba -oficialmente- las teorías copernicanas condenádolas como "una insensatez, un absurdo en filosofía, y formalmente herética". (!?)
Galileo Galilei era ante todo un hombre de sentido común y pronunciar la frase del título ante el tribunal de cardenales de la Inquisición -en dónde era sometido a un juicio -en 1633 al que ya estaba condenado de antemano- era desafiante y podía ocasionarle aún más problemas. Admitir su propia "culpa" evitaba la tortura y podría conseguir un "trato benevolente" que fue un arresto domiciliario de por vida.
Giordano Bruno no había tenido tanta suerte; había sido mandando a quemar -en 1600- por el mismo cardenal Belarmino que había dado la orden en el caso Galileo. En su caso, había sido por sus teorías cosmológicas -copernicanas; sostenía además que había múltiples sistemas solares y que el universo era infinito, algo que chocaba abiertamente con modelo heliocéntrico de la iglesia, conocimiento "extraido directamente" de las sagradas escrituras.
La frase me parece que fue pronunciada en otro momento, y carga una mezcla de resignación con humildad de saber que se trata de una verdad absoluta.
Es interesante notar que Galileo recibió una formación religiosa desde su infancia que incluso lo llevó a plantearse llevar una vida religiosa, pero su padre lo rescató a tiempo y lo encaminó para la universidad de pisa dónde estudió matemáticas, filosofía y medicina; lugar sin dudas en el cuál su mente se abrió y enriqueció. Fue el primer y más importante paso para convertirse en un hombre fundamental de la revolución científica a lo largo de la historia.
Su idea que en lo tocante a la ciencia, la autoridad de un millar no es superior al humilde razonamiento de una sola persona es sin dudas un alegato a favor de la libertad como así tambien de la lógica y es una conclusión de los problemas que tuveo con el clero y con todos los ignorantes en general. Y además creía que había dos tipos de mentes poéticas: una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas. (otro palo más para la iglesia)
Pasó el tiempo, quedaron en el olvido los nombres de muchos hombres de la iglesia -desde papas a cardenales- y el nombre de Galileo y su asociación como el "padre de la observación moderna en la astronomía" sigue vigente; y más importante aún: La Tierra se mueve...

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