viernes, 26 de agosto de 2011

siguiendo con el humor

En la Biblia hay multitud de frases absurdas, evidentemente el espíritu santo tenía sus lapsus mientras dictaba. Dejo constancia de una de las que más me divierten:

<<Después Eliseo se fue de allí a Betel. Cuando subía por el camino, un grupo de muchachos de la ciudad salió y comenzó a burlarse de él. Le gritaban: "¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!"
Eliseo se volvió hacia ellos, los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Al instante salieron dos osos del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de ellos>>.
(2 Reyes 2:23-24)

Eliseo debía tener pocas pulgas (además del poco pelo). Lástima que no se determina con claridad cuántos jóvenes mató cada oso (¿21 cada uno, o hubo alguno más voraz??), esto de contar las historias a medias siempre deja mal sabor de boca.

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