En la Biblia hay multitud de frases absurdas, evidentemente el espíritu santo tenía sus lapsus mientras dictaba. Dejo constancia de una de las que más me divierten:
<<Después Eliseo se fue de allí a Betel. Cuando subía por el camino, un grupo de muchachos de la ciudad salió y comenzó a burlarse de él. Le gritaban: "¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!"
Eliseo se volvió hacia ellos, los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Al instante salieron dos osos del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de ellos>>.
(2 Reyes 2:23-24)
Eliseo debía tener pocas pulgas (además del poco pelo). Lástima que no se determina con claridad cuántos jóvenes mató cada oso (¿21 cada uno, o hubo alguno más voraz??), esto de contar las historias a medias siempre deja mal sabor de boca.
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